He visto cosas que vosotros no podríais imaginar.
He visto jóvenes que iban a la universidad en autobús. Familias completas marcharse de vacaciones en pequeños coches utilitarios.
Hogares con un solo baño y habitaciones compartidas por varios hermanos. Neveras con una sola puerta y bicicletas de un solo piñón.
He visto hombres bebiendo vino sin marca y mujeres tejiendo jerséis.
Creo, incluso, haber visto gente vareando colchones de lana en las esquinas y, por ese mismo tiempo, retornar a las tiendas las botellas consumidas.
He vivido en casas sin ordenador y sin teléfono. Luego he utilizado teléfonos para hablar, mientras sonaban discos que contenían solo 2 canciones.
Y he escuchado a un androide darle nombre a la pérdida, en 2019. Gracias para siempre a Nexus 6.
Nuestro mundo desaparece con nosotros y lo hace a cada momento. Pero el mundo sólo es el escenario en el que intentamos resolver nuestras dudas. Y ésas nunca cambian, las puedes ver en los ojos de cualquiera que te cruces en la calle.
Tal vez algún día os preguntéis en qué mundo vivía vuestro padre. Si ese momento llega, que lo dudo, sólo tendréis que buscar este lugar, que quizás continúe vagando por internet.
Quizás, porque tal vez también esto cambie pronto.